LA SIMA DEL VAPOR
Esta sima dispone de un nivel de oxígeno muy limitado con un alto índice de dióxido de carbono, por lo que la convierte en un lugar muy peligroso aún para los expertos y para el instrumental científico.
Tectónicamente asociada a la falla del Guadalentín o falla de Alhama, la cueva tiene unos 85 metros de profundidad y un recorrido de 144 metros, con pasos angostos, galerías estrechas y pozos verticales entre los conglomerados del cerro.
La forma ovalada de la entrada, con un diámetro máximo tan estrecho que apenas permite el paso de un cuerpo, se abre sobre un conglomerado rocoso calizo. En la entrada se forma un pequeño pozo vertical de unos cuatro metros de profundidad, tras el cual se abre una galería con una fuerte pendiente de unos 50 metros, hasta llegar a la cabecera de un pozo que, para darnos una idea de sus características, es llamado “del agobio”.
En invierno, cuando las temperaturas están entre 4 y 12 grados, se pueden apreciar las columnas de vapor emergentes de las bocas de la cueva, que constituyen un fenómeno único, visible desde varios kilómetros.
Esta sima está ligada a los afloramientos del antiguo balneario, presentando en su interior una temperatura de más de 40 grados y unos niveles de oxígeno del 17%, características ambientales que la hacen única, atípica y complicada en su género, convirtiéndola en la cavidad más caliente del mundo de origen no volcánico.
La sima del Vapor se encuentra en un entorno protegido y está prohibido su acceso por razones de seguridad. Para su exploración es necesario solicitar permiso al Ayuntamiento de Alhama de Murcia.
Las condiciones antes descritas explican que las exploraciones de la sima sean muy peligrosas, si no se dispone de equipos adecuados de aire y que, aún así, se lleven a cabo exposiciones muy cortas para evitar la deshidratación.
En la sima del Vapor se está llevando a cabo un proyecto de investigación (proyecto FAMRAD) del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) que pone a Alhama de Murcia en el mapa de la investigación geológica mundial y contribuye a la comprensión de nuestro planeta y a la prevención de los seísmos.
La sima ofrece unas posibilidades únicas a escala mundial para investigar las relaciones entre sus emisiones de gases, el comportamiento de la corteza terrestre y las emisiones a la atmósfera, principalmente de CO2 y metano.