LA VIDA COTIDIANA
Imaginar cómo sería un día cotidiano en el siglo IX en las Paleras es algo que se puede reconstruir gracias a los restos materiales que han sobrevivido hasta nuestros días, como por ejemplo, calles, viviendas, silos, tierras de cultivo, fuentes, etc.
La cerámica es vital para reconstruir este escenario cotidiano en Las Paleras, pues es un utillaje habitual y diario presente en todos los hogares, independientemente del estrato sociedad al que pertenezcan. En muchas ocasiones, han aparecido incluso ejemplos completos y en muy buen estado de conservación, permitiendo establecer una tipología completa donde se pueden apreciar, por su forma y tipo, todo un horizonte cultural emiral homogéneo. En este sentido, se cuenta con utillaje culinario como ollas, marmitas y cazuelas así como piezas de servicio de mesa como jarritas, botellas o redomas. Se han recuperado otros ejemplares más voluminosos reservados para el almacenamiento y transporte como tinajas, jarras o barreños, y también candiles para la iluminación.
Los restos metálicos también ofrecen una valiosa información para recrear la vida cotidiana del siglo IX, pues eran en su mayoría herramientas y utensilios que servían para desarrollar labores tanto domésticas como productivas. Se cuenta, por tanto, con cuchillos de hierro de distintas dimensiones, dedales de bronce, templenes y agujas para el trabajo de cuero o textiles, así como objetos de adorno personal como anillos, pendientes y otros elementos como varillas y asas de bronce.
Son también reseñables las fichas de juego que se han identificado. Realizadas en su mayoría a través de fragmentos de cerámica redondeados para tal propósito, estos hallazgos delatan actividades de ocio presentes entre estas gentes.
Otros objetos mundanos, como molinos, percutores, azuelas y hachas confeccionados en piedra terminan por completar el panorama diario de Las Paleras.
